Cuando viajar a Kioto

Estuve tanto en invierno como en primavera en esta hermosa ciudad y, sin dudas, que te recomiendo que visites Kioto durante la primavera, cuando los cerezos están floreciendo y la ciudad es mucho más colorida.

Kioto es una ciudad que, a mi parecer, cambia completamente de una estación a otra. En invierno oscurece muy temprano, hace mucho frío y algunos lugares pueden estar cerrados por el tiempo.

Lo ideal es ir en temporada cálida. Le vas a sacar el máximo provecho.

Al que madruga, Kioto lo ayuda

Si sigues mi consejo anterior y viajas a Kioto en primavera, verás que es hermoso, pero te puedes llegar a encontrar con un problema. La ciudad y sus puntos de intereses van a estar abarrotados de gente. No sólo por turistas extranjeros, sino, también, por los propios japoneses que aprovechan el calor y salen a recorrer su propio país.

Por eso, mi siguiente recomendación es que te levantes temprano para poder aprovechar mejor los lugares sin tanta gente.

No te digo que amanezcas a las 5 de la mañana. Con que te levantes a las 7, y a las 8 ya estés visitando la ciudad, es un gran avance.

Reserva una visita guiada por Kioto

Si viajas en grupo, tienen poco tiempo y no quieren perderse de nada puedes reservar una visita privada por la ciudad.

Estas visitas son algo caras por ello es mejor realizarlas entre varias personas, la ventaja es que el guía será en español y además de llevarlos a los puntos principales de la ciudad pueden personalizar el día para incluir otras actividades o mencionar las actividades que no quieren perderse.

Así que antes de reservar revisa este artículo y decide cuáles lugares no quieres perderte.

Para ver precios y reservar tu visita guiada da clic aquí

Asegúrate de llevar ropa y calzado cómodos

Si bien Kioto, a primera vista, parecería que fuera pequeña, lo cierto es que hay mucho para caminar y recorrer.

Muchos de los lugares son para visitarlos lentos, dejándose llevar por el paisaje, por lo que es condición esencial estar cómodo.

Es por eso que te recomiendo que lleves unas buenas zapatillas y ropa holgada para poder disfrutar Kioto sin problema.

Batería de la cámara cargada y tarjetas de memoria vacías

Kioto, como verás, es una ciudad muy fotogénica. En cada rincón encontrarás una nueva escena para retratar y guardar de recuerdo.

Por eso te recomiendo que te tengas siempre la batería de tu cámara llena y las tarjetas de memoria con espacio antes de salir a pasear.

No te olvides que la tradición del Japón se muestra en Kioto en su máxima expresión.

Ir de compras por la calle Teramachi

La zona comercial de Kioto se concentra sobre la calle Teramachi. Allí van a encontrar tiendas de todo tipo. De ropas, de recuerdos, librerías, cafeterías, los famosos pachinkos, etc.

Se trata de una galería cubierta llena de negocios.

Es, quizás, la única parte de la ciudad que no parece sacada de un cuento tradicional japonés. Aunque todavía podemos ver algunas casas de té y restaurantes clásicos. Las cafeterías modernas ganaron la pulseada en Teremachi.

Mercado de Nishiki

Otra de las opciones para seguir de compras, en un lugar con más tradición, es el Mercado de Nishiki que está ubicado en el centro de Kioto, paralelo a las calles Teremachi y a Shijodori, que es donde están situados los principales centros comerciales de la ciudad.

Este mercado se trata de una calle cubierta de unos 400 metros de longitud y cuenta con más de 100 puestitos, unos al lado del otro.

Es el sitio donde hacen las comprar los habitantes de Kioto. Tiene una gran variedad de cosas, desde productos típicos japones, ingredientes, comidas preparadas y utensilios para cocinar.

Muchos de estos puestos ofrecen comidas para degustar.

Caminar por la calle Pontocho

Una de las zonas más famosas y tradicionales de Kioto es la callejuela Pontocho a la orilla del río Kamogawa que cruza por el medio de la ciudad.

Este es uno de los barrios donde te puedes llegar a encontrar con Geishas y Maikos al atardecer.

Pontocho se trata de sólo una calle peatonal estrecha llena de restaurantes, casas de té, negocios y de una arquitectura tradicional japonesa.

Esta callejuela cobra vida de noche que se suele llenar de gente paseando.

Pasear por la orilla del Río Kamogawa

Una velada romántica, sin dudas, es pasear por las orillas del Río Kamogawa que cruza por el medio de la ciudad.

Tiene un paseo muy bonito tanto de día como de noche. Recomiendo que vayan de noche donde las luces tenues de los farolitos y el ambiente nostálgico nos transporten al pasado, a un Japón tradicional.

Ver Geishas en la zona de Gion

Gion es el más famoso barrio de Kioto. Mucho tiempo atrás era conocido como el barrio de los placeres.

En esta zona de la ciudad te puedes encontrar a las geishas y maikos, el símbolo de Kioto y, por qué no, de todo Japón.

Lo ideal es ir al atardecer que es cuando se pueden llegar a ver, ya que es el momento cuando acuden a las casas de té, los restaurantes o a los eventos.

Una de las calles por donde puedes llegar a ver a estas artistas japonesas que alquilan sus talentos, es la calle Hanamikoji que está llena de estos locales.

El barrio es muy bonito con callejuelas angostas, templos budistas como el Kennin-ji, el Chion-in o el Shoren-in y construcciones de estilo tradicional japonés.

Recomiendo, también, pasear por su calle peatonal Shinbashi Dori.

Santuario Yasaka

Siguiendo desde Gion hacia el este de Kioto nos vamos a encontrar con este santuario. Aquí van a estar entrando en un recorrido entre templos, bosques, parques, caminos, tiendas de souvenires, etc,  que les va a llevar unas cuantas horas, porque van a pasear por el Santuario Yasaka, por el Parque Maruyama y al final van a ir hacia el sur en dirección a Kiyomizu-dera.

El santuario sintoista Yasaka es también conocido como Santuario Gion por la proximidad a dicho barrio. Fue construido en el año 656.

Tiene varias zonas muy interesantes para recorrer. El mejor momento para ir es después del atardecer cuando el lugar se ilumina.

Allí se celebra en julio el famoso Gion Matsuri, el festival más importante de Kioto.

La entrada es gratis.

Parque Maruyama

Continuando con este recorrido, al lado del Santuario Yasaka se encuentra este extenso parque. Es especial para ir en primavera para disfrutar del florecimiento de los cerezos.

Caminar por el parque, perderse entre los caminos, hacer un picninc y disfrutar de los más de 600 cerezos que contiene el lugar es un excelente plan.

La entrada es gratis y está abierto todo el día.

Zona histórica de Ryozen

Bajando desde el Parque Maruyama nos vamos a encontrar con varios lugares que merecen la pena su visita. Estos lugares conmemoran la historia de los heroes de Japón.

Por un lado tenemos el Ryozen Kannon que se trata de una estatua gigante que conmemora a los soldados caídos en las guerras. Esta estatua de Bodhisattva Avalokitesvara (Kannon) tiene 20 metros de altura y en la parte superior de la cabeza, se puede ver otra imagen de buda más pequeñita. Es hueca por dentro y se puede visitar. La entrada cuesta unos 300 Yenes y te dan una varita de incienso.

También nos vamos a encontrar, muy cerca del memorial, con el Santuario sintoísta Ryozen Gokoku. Atrás del santuario hay un cementerio donde están enterrados varios personajes importantes para la historia del Japón durante la Restauración Meiji de 1868. Otro buen lugar para recorrer.

Siguiendo camino vamos a ver al Museo de Historia de Ryozen.

Templo Kiyomizu-dera

Kioto desde las alturas.

Este lugar es maravilloso y ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. Se puede llegar andando, siguiendo las calles laberínticas desde el barrio de Gion, subiendo por las colinas de Higashiyama.

Se encuentra al este de Kioto y está emplazado en pleno bosque de la falda del monte Otowa brindando, además, un paisaje natura bellísimo.

Se trata de un complejo que alberga varios templos budistas y forma parte de los Monumentos históricos de la antigua Kioto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Lo que más se destaca es el pabellón principal que cuenta con un balcón de madera que tiene un mirador panorámico de Kioto. Es increíble.

Ideal para perderse caminando entre templos, santuarios, pagodas, estatuas, jardines, bosques, caminos y tradición.

Santuario Heian

La primera parada de nuestra visita de la zona norte es el Santuario Heian, famoso por su Tori enorme de color rojo que hay en la entrada, uno de los más grandes del Japón.

Este edificio es muy bonito y tiene un jardín muy lindo para recorrer.

Fue construido en 1895 con motivo del 1100º aniversario de la fundación de Heian-kyō, nombre con el que se conocía a Kioto.

En este lugar se celebra todos los años en octubre el Festival de Jidai Matsuri, de los más importantes de la ciudad.

Camino del Filósofo

Otro de los lugares simbólicos de Kioto es el Camino del Filosofo.

Se trata de un camino de unos 2 kilómetros que se encuentra a orillas de un pequeño canal rodeado de bares, tiendas de artesanía y casas de té.

Este lugar transmite mucha calma. Es ideal visitarlo en primavera cuando los cerezos en flor están en su punto culmine. Aunque me lo puedo imaginar en otoño con las hojas amarillas, rojas y marrones esparcidas por el suelo. Una postal.

Templo Hōnen-in

Camino al noreste de la ciudad, y luego de subir una colina bastante empinada, nos encontramos con este interesante templo.

Un lugar muy bien cuidado por los monjes que se ven que están todo el tiempo trabajando en el embellecimiento del templo.

Me gustó mucho el jardín seco de arena blanca, el jardín de musgos y el estanque.

En el sitio también hay algunas estatuas de piedra.

El templo está dedicado al monje Honen que vivió en el Siglo XII y quien fuera fundador de la escuela budista Jodo-shu, la secta de la Tierra pura, uno de los tres movimientos amidistas.

Tener en cuenta que en la mayoría de los días del año no se puede ingresar al interior del templo, sino que se llega para hacer un paseo por el exterior. Sólo desde el 1 al 7 de abril y del 1 al 7 de noviembre el templo está abierto. La entrada es gratis.

Ginkaku-ji, el Pabellón de Plata de  Kioto

Sin dudas que el Pabellón de Plata, como se lo conoce normalmente al templo budista de Jisho-ji, es uno de los lugares que reciben más visitas en Kioto.

Está situado a los pies de la cordillera oriental de las montañas de Kioto. Un sitio muy bonito, con unos bellos paisajes.

Se destacan, además del edificio principal que no está abierto al público, su jardín de arena blanca. También podemos observan un jardín de musgos con algunos estanques y pequeños ríos.

Fue construido en 1474, y sirvió como espacio de retiro del shōgun Ashikaga Yoshimasa. Este intentaba imitar al Pabellón Dorado, que casualmente fue construido por su abuelo, Ashikaga Yoshimitsu. Sin embargo, este templo nunca fue bañado en plata.

Palacio Imperial de Kioto

Ahora sí. Llegamos a uno de los sitios con más historia y tradición de Kioto: El Palacio Imperial.

Fue la residencia de la familia Imperial de Japón desde 1331, hasta que ésta se trasladó a Tokio en 1868 después de la restauración Meiji.

El Palacio está ubicado en la zona conocida como Kioto Gyoen y lo bordea una muralla de unos 2 kilómetros. Allí se asentaban las residencias de los altos nobles de la corte. Pero cuando la capital se cambió a Tokio, las residencias fueron demolidas y gran parte del Kyoto Gyoen se convirtieron en un parque público.

Los jardines exteriores y el parque se pueden visitar sin ningún problema, pero si se quiere recorrer el interior del palacio se debe hacer únicamente en tours guiados por la Agencia Imperial de lunes a viernes. Para esto hay que inscribirse en las oficinas de la agencia, que están en el Parque Imperial.

La visita guiada también puede reservarse por Internet.

Castillo Nijō-jo

Muy cerquita del Palacio Imperial de Kioto, siguiendo para el oeste, se encuentra, a mi gusto, uno de los lugares más lindos de Kioto: el Castillo Nijō.

Un lugar para recorrer realmente imponente. Desde su puerta principal, el amplio foso, los enormes muros de piedras, los jardines, patios, caminos, la especie de bosque con los cerezos, los salones del edificio mismo, los detalles en la decoración, las obras de arte, las pinturas en los biombos. Todo es impresionante.

Fue construido durante el periodo Edo en el año 1603 y era la residencia de la familia del primer shogun Tokugawa Ieyasu.

Pabellón Dorado

El Templo Kinkaju-ji, mejor conocido como el Pabellón Dorado es uno de esos lugares que te van a dejar sin aliento, por la belleza de sus jardines, por la paz que transmite el lugar, por lo impresionante de su construcción.

Es uno de los puntos de interés más importante de Kioto y de todo Japón.

Fue construido en el año 1397 y está ubicado en las afueras de la ciudad, en la zona noroeste, escondido a los pies de la montaña.

El templo se encuentra bordeado de un estanque entre el bosque. Una de las postales más famosas de Japón. No es tan alto, tiene sólo tres piso. Las paredes están cubiertas con hojas de oro y en la cúspide se deja ver un fénix dorado

El edificio fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La entrada no es tan cara. Unos 400-500 Yenes y, créanme que merece mucho la pena.

Templo Ninna-ji

Como dije al principio, en Kioto hay más de 1600 templos. Pero como no tenemos tiempo suficiente, les voy mostrando sólo los que me parecen más importantes y bellos. Y uno de esos es el Templo Ninna-ji, ubicado al oeste de la ciudad.

Como característica sobresaliente, el Templo Ninna-ji es uno de los principales templos budistas de la escuela Shingon de Japón.​ Se destaca porque es enorme. Cuenta con estanques, puentes, piedras, jardines de grava rastrillada, casas de té, salas de oración, lugar para la residencia y su impresionante bosque de cerezos.

Fue fundado en el año 888 for el emperador Uda y forma parte de los Monumentos históricos de la antigua Kioto.

Además está considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Templo Daikakuji

Otro de los templos que recomiendo visitar es el Daikakuji. No sólo porque está cerca de los Bosques de Bambú de Arashiyama, sino porque es muy hermoso.

Está ubicado en la zona noroeste de Kioto. Fue construido en el año 876.

Daikaku-ji es comúnmente aceptado como lugar de nacimiento del Ikebana, o arte floral japonés. Es por esto que una de las caracterísiticas llamativas del templo es que en su interior cuenta con una de las mejores exposiciones de flores japonesas del país.

Muy recomendable dar un paseo por las orillas del lago. Es ideal para poder apreciar el paisaje y contrastar el templo desde diferentes ángulos.

Algo que me llamó la atención es que el templo está hecho de madera y todavía se mantiene en pie a pesar del paso del tiempo.

Bosque de Bambú de Arashiyama

El Bosque de Bambú de Arashiyama es uno de esos sitios que te van a dejar maravillado. Especial para tomarse fotos entre los caminos.

Es una de las postales que te vas a traer de Kioto, sin dudas. Un icono de la ciudad. De los lugares más visitados por los turistas, tanto japoneses como extranjeros.

Este lugar se encuentra en la zona oeste de la ciudad.

Me gustó mucho las tonalidades de verde que presentan los árboles, perfectamente ordenados. Lo único malo es que siempre está lleno de gente. Pero, aún así, en el Bosque de Bambú se respira paz y tranquilidad. Nada más seguir e internarse entre los caminos y alejarse un poco de la horda de turistas y ya se está en un sueño.

También recomiendo visitar las zonas aledañas al bosque que es un barrio muy bonito, con tiendas y casitas tradicionales japonesas.

Monte Kurama

El último lugar de esta recorrido por la zona norte de Kioto es el Monte Kuruma. Es quizás lo más alejado del centro que nos encontremos con respecto a otras atracciones.

Recomiendo mucho visitar esta montaña. Se la considera la cuna del Reiki y tienes unos paisajes espectaculares.

Claro está que una recorrido por el Monte Kurama nos puede llevar todo el día, así que prepárense para andar y disfrutar del lugar. Hay varias rutas interesantes para hacer senderismo. La subida es un poco empinada, pero los paisajes que se van viendo hacen que el esfuerzo valga la pena.

En la cima del monte se encuentra el Templo Kurama.

Dos eventos famosos se celebran en el Monte.

• El 22 de octubre en el santuario Yuki-Jinja, el Festival del fuego de Kurama.
• El 20 de Junio la milenaria Ceremonia del corte del bambú.

Este monte es conocido también por sus Onsen, con baños al aire libre.

Templo Nishi Hongan-ji

Este templo se encuentra muy cerca de la Estación de Kioto. Es conocido por los habitantes de Kioto como Onissan que significa, Sr. Oeste.

Fue construido en 1591.

Su estilo arquitectónico es lo más atractivo del templo. Se destaca por sus edificios enormes, sus portones hechos con marcos de oro, sus altares también dorados y las estatuas pintadas.

Posee una gran cantidad de otros artículos supervivientes del Período Azuchi-Momoyama y de principios del Período Edo, que son considerados como tesoros nacionales, entre ellos está incluido el escenario más antiguo de Noh en Japón.

Está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Torre de Kioto

La Torre de Kioto se encuentra enfrente de la Estación Central de Kioto.

Es uno de los puntos más altos de una ciudad que no se caracteriza, justamente, por grande edificios. Tiene una altura de 131 metros y hay un mirador que está a 100 metros de altura.

La entrada al mirador cuesta unos 800 Yenes, aproximadamente, y sólo está abierto de 09:00 a 21:00 hs.

Sinceramente, Kioto desde las alturas no es como Tokio. En lo personal, prefiero caminar entra las casitas tradicionales del centro. Pero no voy a negar que puede llegar a ser una buena postal.

Igualmente el contraste de la Torre de Kioto con la ciudad es muy interesante de apreciar.

Tempo de Sanjūsangen-dō

De camino al sur de la ciudad, en la parte este en el barrio de Higashiyama, nos encontramos con este particular templo Budista.

El nombre del templo literalmente se traduce como edificio con treinta y tres espacios, y hace referencia a los exactamente treinta y tres espacios que separan las columnas que mantienen el templo en pie.

Este templo se destaca por las 1001 estatuas de madera cubiertas de hojas doradas perfectamente alineadas que hay en su interior y por arquitectura, ya que el edificio tiene 120 metros de largo. Bastante impresionante ya que todas las estatuas son distintas. No hay una igual a la otra.

Fue construido en 1164, aunque, posteriormente ha tenido que ser reconstruido varias veces por culpa de incendios y terremotos.

La entrada al tempo cuesta unos 600 Yenes.

Templo Tō-ji

Otro bonito templo que podemos visitar en la parte sur de Kioto.

Se destaca porque tiene una pagoda de 5 pisos de 55 metros de altura, clásico estilo arquitectónico japones.

A tener en cuenta. Los días 21 de cada mes se celebra un gran mercado de artesanías, ropa, alimentos, juguetes, plantas, flores, muebles antiguos, etc., en las inmediaciones del templo, al cual asisten vendedores de todo el Japón. Es uno de los mercados más famosos del país.

El templo fue construido en el año de 796, justo dos años después de que Kioto se convirtiera en capital del país. Fue uno de los 3 únicos templos budistas permitidos en la capital en esa época.

El Tempo Tō-ji es Patrimonio de la Humanida por la UNESCO y es parte de los Monumentos históricos de la antigua Kioto.

Tempo Tofukuji

Tofukuji se caracteriza por ser un tempo budista de la rama zen. Siendo uno de los Kyoto Gozan o Cinco grandes templos Zen de Kioto.

Es uno de los puntos turísticos de mayor interés en la zona sur de la ciudad.

Fue construido en el año 1236 con una idea ambiciosa, ya que que tenía que ser el templo más grande de Japón. Pero un par de incendios lo destruyeron y la reconstrucción no siguió la idea original.

Su puerta de entrada o Puerta Sanmon es considerada la más antigua de todo Japón y tiene una altura de 20 metros.

El mejor momento para visitarlo es en otoño cuando las hojas de los árboles se visten de rojo, otorgándole al Templo una belleza única.

El precio de la entrada es de 400 yenes.

Fushimi Inari Taisha

Y ahora sí. Llegamos al último punto de interés, pero no menos importante. Hasta les diría que es de los Top que ver en Kioto. También lo considero Top de todo Japón.

¿Quién no ha visto la película Memoria de una Geisha? ¿Se acuerdan a la nenita que corría debajo de todos esos Toris de color rojo? Bueno este es el lugar donde se filmó. Uno de los emblemas de la ciudad y del país.

Se trata de uno de los principales Santuarios Sintoísta de Japón. Este lugar se encuentra situado en la base de una montaña también conocida como «Inari«.

Se dice que posee más de 32.000 pequeños Toris.

Su fundación data del año 771 y está consagrado al Dios del Arroz y del Sake.

Se llega fácilmente en tren o andando (fui caminando desde Kioto, me tomó aproximadamente una hora). Una vez en la estación de Inari, para legar a la cima hay varios senderos con más de 1200 escalones y casi 4 kilómetros de recorrido. Nada sencillo pero la maravilla de este lugar merece la pena hacer el esfuerzo.

Es enorme y hay muchas cosas para hacer y perderse entre los senderos.

La entrada es gratis.

Tour en bicicleta por Kioto

Si quieres conocer la ciudad de una manera diferente, te puedo recomendar que lo hagas a bordo de una bicicleta y con un guía que te vaya contando los mejores secretos y detalles de cada lugar.

Da clic aquí para ver los horarios y reservar tu lugar del tour en bicicleta por Kioto

Experiencia samurái

Una de las experiencias más locales que puedes vivir en Kioto es asistir a un espectáculo completo de samuráis, en el que te mostrarán a detalle cómo es su funcionamiento y te explicarán parte de su historia.

Da clic aquí para reservar tu lugar del tour de la experiencia samurái en Kioto

Espectáculo Maiko tradicional

Se trata de una de las experiencias más tradicionales japonesas, en este espectáculo podrás descubrir los secretos más profundos del arte de las aprendices de geishas.

Da clic aquí para reservar tu lugar para el espectáculo Maiko en Kioto