Muchas de las personas que me siguen lo han hecho desde que comencé con el proyecto de Mi Viaje por el Mundo en el 2014. Han leído quizás todos mis artículos, comprado mis productos, asistido a mis cursos, visto mis fotografías y hasta me han enviado mensajes personales de cumpleaños pero aún así creo que no me conocen del todo.

Los artículos que he escrito hablan en su mayoría de mis opiniones, sugerencias e impresiones de los lugares ha donde he viajado, intentan motivarte a viajar o simplemente te enseñan todo lo necesario para que puedas hacer tu viaje una realidad, pero rara vez hablo de mí.

IMG_0344_Snapseed

Desde que comencé he intentando mantener una separación entre mi vida personal y el mensaje que quiero transmitir en este proyecto. Es cierto que soy yo quién realiza los viajes y escribe los artículos de Mi Viaje por el Mundo pero quiero que seas tú quién salga a viajar, aunque para lograrlo a veces es necesario que entiendas que la persona detrás de este blog es tan sólo un ser humano común y corriente, con defectos y virtudes como todos.

He decidido escribir este artículo con 24 cosas aleatorias, personales y que nada tienen que ver con los viajes tan sólo para qué me conozcas un poco más.

Con algunas de ellas te identificarás mientras que en muchas otras me juzgarás de hereje, radical, alternativo y persona non-grata.

Para ser sincero, como alguien que pone su vida al descubierto con sus palabras en un blog disponible a cualquier persona en internet, he aprendido a tolerar todo tipo de críticas, así que antes de escribir un comentario o enviarme un mensaje de crítica u ofensa tan sólo piensa que no eres el primero y probablemente ya lo he escuchado.

Por darte un ejemplo, cuándo tomé un curso de meditación en India me llamaron hereje seguidor de dioses falsos. Cuándo subí al Campo Base del Everest me preguntaron si valia la pena peder mi vida, quedar invalido o con alguna extremidad amputada.

En ambas circunstancias, tal y como dicta la ley del internet: “no alimentes a los trolls”, no respondí pero estaba seguro que cada una de esas experiencias valió la pena. Incluso si hubiera perdido la vida o mi alma hubiera sido condenada a una eternidad en el infierno, la volvería a hacer una y otra vez.

Entenderás más de lo que hablo leyendo el resto del artículo, así que comencemos.

Bariloche 1

  • Soy muy mal hablado. La mayoría de ustedes me conocerá únicamente por mis artículos pero los que han tenido la oportunidad de conocerme en persona lo notaron inmediatamente. 6 de cada 10 palabras que digo es una grosería. Podrás argumentar que el español es tan vasto y rico en vocabulario que no es necesario usar este tipo de palabras cuándo se pueden usar cientos de adjetivos diferentes para hacer énfasis en la misma emoción que se quiere transmitir. Es cierto pero, ¿la verdad? Adoro hablar con groserías. Quizás para un texto sea necesario describir detalladamente y con diversos adjetivos lo emocionante de una experiencia, pero conversando en persona, como buen mexicano, nada sustituirá el énfasis marcado en un “estuvo chingonsísimo”.
  • Me pongo de muy mal humor si tengo hambre. Muchos dirán lo mismo, que es normal estar de mal humor cuándo se tiene hambre hasta que se topan conmigo. Realmente puedo ser una persona bastante nefasta y difícil de lidiar cuándo tengo hambre. Durante los viajes las personas que me conocen bien suelen cargar siempre con algo de comer en sus bolsas para casos de emergencia.
  • Los desayunos son mi comida favorita del día. Abundantes y bastos son como deberían ser todos los desayunos, sobre todo incluir tocino y café. Como placer culposo debo decir que tengo una extraña preferencia por los desayunos de McDonalds, esos deliciosos muffins rellenos de tocino, salchicha y huevo; el problema es que generalmente me despierto demasiado tarde y los han quitado del menú.
  • Odio despertarme temprano. En verdad que si, mi odio hacía despertarme temprano tan sólo es comparable con mi odio a los mosquitos. Esas malditas criaturas inmundas chupa sangre. A modo de confesión, una de las razones principales por las cuáles decidí convertir mi blog en un negocio fue porqué pensé: ¿qué tengo que hacer para jamás tener que volverme a despertar temprano para ir al trabajo?
  • Tengo una adicción al café. Hay personas que dicen es que “amo el café”, yo no lo amo, lo necesito. Si no tomo un café a las pocas horas de despertarme comenzaré con dolor de cabeza. Prefiero mi café negro, fuerte y sin azúcar. Cualquier cosa que se hace llamar “café” pero incluye crema batida, azúcar, chispas de chocolate, jarabe de menta o algo así, es automáticamente catalogado como un postre, no un café.
  • No fumo y tomo muy poco. Nunca le he encontrado el gusto al tabaco, disfruto mucho el vino, tengo antojos de cerveza en días de calor pero es raro que me veas borracho y jamás tendré una cajetilla de cigarros. Pueden pasar meses sin probar gota de alcohol pero no se te ocurra quitarme el café un día.
  • Soy fan del anime y video juegos. Crecí con un lado geek que jamás pude dejar de lado, me gustaría tener el tiempo y el dinero para poder dedicarle a los video juegos como lo hacía antes. La última consola que tuve fue el Xbox 360 y soy un fiel seguidor de todos la serie de videojuegos Halo o cualquier de Legend of Zelda. Hace un par de años en mi melancolía de infancia pedí que sacarán del fondo de mi habitación y me enviará mi Game Boy y mi juego de Pokemon rojo. En cuestión de anime tampoco tengo mucho tiempo para verlos pero los últimos que vi y que me agradan fue: Mushi-Shi, Attack on Titan, Naruto y Death Note. Tengo una lista de animes pendientes de ver cómo Cowboy Bebop o Hagane no Renkinjutsushi.
  • Soy fan de South Park. Esta serie lleva más de 19 años en el aire sin embargo mi amor por ella empezó apenas hace unos 5. Creo que cuando era más joven no era capaz de entender y apreciar el humor, sarcasmo y la genialidad detrás de esta caricatura para adultos. He visto cada episodio de la serie y automáticamente tengo un prejuicio favorable hacia las personas que también les gusta.
Me tuve que despertar temprano para ver el amanecer en Angkor Wat pero si notan no podía dejar de desayunar y tomar café.

Me tuve que despertar temprano para ver el amanecer en Angkor Wat pero si notan no podía dejar de desayunar y tomar café.

  • No le tengo miedo a la muerte. Sé que hablar de la muerte es algo que pocas personas hacen pero he comprendido que es algo inevitable, parte de la vida, eventualmente tú o tus seres queridos no estarán y hay que ser realistas con respecto a eso. Cuándo te convences de esta reflexión los días toman otro forma, realmente comienzas a hacer lo necesario por disfrutar lo que estas viviendo en ese momento y no quiero decir que tengas que tener una vida llena de aventuras, a veces disfrutar el momento puedes hacerlo tirando en el sofa viendo una película; lo que me refiero es que debes hacer cada cosa sin remordimientos. Esta creencia y forma de vivir me ha llevado a ver y hacer cosas que jamás pensé posibles e incluso algunas bastante estúpidas.
  • Amo el queso De pequeño mi mamá se enojaba por que constantemente me escabullía a la cocina y le daba una mordida a la barra de queso dejando la marca de dientes. Cuando vivía solo jamás se me quito esa maña y es algo que sigo haciendo hasta la fecha. En ocasiones voy y compro una barra de queso tan sólo para mi.
  • No como frutas. De pequeño comía lo que fuera pero conforme fui creciendo dejé de hacerlo, no sé porqué. Simplemente las evito, no hay nada en el sabor de una fruta que me sea atractivo.
  • No tengo un equipo o deporte favorito. A lo largo de mi vida he practicado algunos deportes como fútbol americano, arquería, box y Krav Maga pero jamás me ha interesado, ni me interesa, ser aficionado de ninguno de ellos. Voy a los estadios a ver los partidos cuándo me invitan pues me parece una experiencia interesante y divertida pero si me preguntas cuál es mi equipo, cómo terminó el marcado o cuál es el próximo juego de la selección nacional, la verdad es que no tendré ni idea. Soy capaz de explicarte la mayoría de los avances tecnológicos y científicos pero soy completamente ignorante en cualquier tema relacionado a los deportes.
  • No tengo un genero de música favorito. escucho de todo pero si me pones a elegir siempre pondré música clásica o instrumental. Me gustan mucho las mezclas de instrumentales con géneros modernos como lo sería Lindsey Stirling, Vannessa Mae, David Garrett, etc.
  • Mi canción favorita es November Rain. Lo sé, esto es un poco contradictorio al no tener un genero musical definido pero si tuviera que elegir una canción sería November Rain de Guns N’ Roses.
  • Si pudiera tener un súper poder sería poder comer lo que quisiera y jamás engordar. No me interesa volar, detener el tiempo, teletransportarme, leer la mente, tener super fuerza, etc., la comida es de las pocas cosas que realmente valen la pena en esta vida pero desafortunadamente te tienes que limitar por salud, la apariencia física no me importa mucho pero un par de kilos hacen estragos a tu salud.
  • La hora de la comida es momento no tecnológico. Cada vez que como, aunque lo haga solo, pondré mi celular, computadora o cualquier cosa electronica fuera de mi alcance. Intento disfrutar cada comida o la compañía de con quien estoy comiendo sin a interrupción de la tecnología. Este momento me sirve para disfrutar enteramente de la comida y los pocos momentos de reflexión que tengo durante el día.

IMG_9906

  • Tengo un piercing, un tatuaje y quiero más tatuajes Hace varios años tenía 3 piercings (Oreja, ceja y lengua) conservo el de la ceja. Tengo en la espalda un tatuaje algo grande de un Koru (símbolo maori) y tengo en mente varias ideas de otros que me gustaría ponerme. Tengo mucha simpatía por las personas que se ponen un tatuaje, demuestra que son capaces de vivir y aceptar sus decisiones por el resto de su vida. Independientemente de si la decisión fue tomada impulsivamente o fue un proceso pensado por largo tiempo, el hecho que una persona haya tomado una decisión que les afectará el resto de sus vidas y estén dispuestos a vivir con ella me parece admirable, eso se llama compromiso.
  • Soy ateo. Creo que ya está un poco trillado pero bueno lo repetiré, ser ateo no te hace mala persona. De hecho soy el primero en ayudar a cualquier desconocido y de ser necesario ponerme en situaciones de riesgo con tal de proteger a otros. Crecí en una familia católica y unida, tuve una infancia bastante estable, jamás me faltó nada, jamás tuve problemas de ningún tipo, mi madre procuró y procura lo mejor para mi, nunca estuve rodeado de malas influencias, siempre fui de los mejores promedios en calificaciones durante todos mis años de escuela, todos los profesores hablan bien de mi, dono regularmente dinero a causas altruistas a través de Kiva, soy el primero en organizar cualquier tipo de evento con tal de fomentar los lazos sociales, he sido voluntario como profesor en escuelas de bajos recursos y un sin fin más de cosas. Así que si crees que mi falta de creencia religiosa se debe a inestabilidad en mi vida o algún factor externo la verdad es que no, fue decisión propia a través del uso de razón y lógica pero no comenzaré un discurso pro ateísmo ya que me lleva al siguiente punto.
  • Odio a los predicadores. Estoy a favor de muchas causas por ejemplo: estoy a favor de la legalización de la marihuana, de la igualdad de derechos para homosexuales (tanto de matrimonio como de adopción), soy pro-elección como derecho de la mujer, a favor de la libertad de los animales y muchas otras, pero en el momento en el que comiences a predicar a otras personas tus elecciones de vida como si automáticamente eso te hiciera mejor persona y todos deberíamos hacerlo, caes de mi gracia. Vegetarianos, veganos, crossfiteros, maratonistas, feministas, homosexuales, Opus Dei, musulmanes, judíos, capitalistas, socialistas, ecologistas, anti-vacunas, etc., no importa que creencia tengas, nada te hace mejor que otra persona. Lo que hayas elegido creer y consideres que es lo mejor para ti, es justamente eso, lo mejor para ti y para nadie más. Si comienzas a predicar tus creencias y hacer menos a los demás por las suyas lo único que haces es demostrar intolerancia, egocentrismo pero sobre todo una forma increíble de estupidez humana.
  • No creo en la homeopatía, de hecho lo considero bastante estúpido. No entraré a detalle en este punto ya que hay suficiente evidencia científica que ha comprobado que la homeopatía no sirve. Su uso ha sido prohibida en algunos países por su carencia de fundamento y pruebas de efectividad.
  • No creo en el matrimonio como institución. Creo en la monogamia, creo que el amor (enamoramiento) es una reacción química a la cuál somos adictos y creo que el amor eterno es una decisión personal más que una emocional, pero el tener que formalizar todo esto a través de un evento masivo gastando cantidades exhorbitantes de dinero para celebrar esta decisión me parece completamente innecesario. Entiendo, pero no comparto, la idea de celebrar la decisión de pasar el resto de la vida con una persona pero para mi esta decisión es personal e íntima. Es algo que le debes demostrar a tu pareja, no a la sociedad. En mi situación creo que si llegará a casarme será por motivos de migración y/ó ventajas fiscales. (Asumir o creer que esta idea cambiará cuando encuentre a la mujer adecuada tan sólo me hace pensar, ¿cómo sabes que no la he encontrado y compartimos la misma idea?)
  • Tengo pésima ortografía y redacción. Lo sé, bastante contradictorio ya qué mi trabajo consiste en escribir todo el tiempo pero es algo por lo que realmente he trabajado. El deseo de escribir siempre estuvo ahí pero todo el tiempo con obstáculos para hacerlo bien, en preparatoria más de una vez reprobé la clase de literatura debido a que mis ensayos eran malos. Por cierto, cada vez que alguien me corrige abiertamente una falta de ortografía lo único que logras es resaltar como una persona bastante intolerante e imbécil. No lo digo yo, lo dice este estudio científico (da clic aquí para leerlo, está en inglés)
  • Soy muy, pero muy impulsivo. Una vez compré un drone en una campaña de Kickstarter para 2 horas después arrepentirme y pedir un reembolso. Generalmente soy de los que actúa y luego piensa. Hago las cosas en el momento y voy solucionando, parchando o pensando si fue buena o mala idea ya en marcha. Siempre pienso, tú salta ya aprenderás a volar mientras caes.
  • No tengo un plan para mi futuro. Si me preguntas como veo mi vida en 1, 5 o 10 años la verdad es que no tengo ni idea. No sé si seguiré viajando, desconozco dónde viviré, no sé si aún tendré este blog o que haré. Mi vida ha cambiado tan radical en los últimos años que de seguir este ritmo es imposible hacer planes. Hace 3 meses tenía un vuelo y la posibilidad de irme a trabajar a Nueva Zelanda por unos años, cancelé todo y cambié de planes. Así que no, no tengo planes a futuro y eso me hace muy feliz.

Bueno, espero que este artículo de cosas aleatorias sobre mi te haya ayudado a conocerme mejor. Quise escribir algo diferente, humanizar un poco este blog que ha crecido mucho y mostrarte que no hay nada de especial en mi. Soy una simple persona impulsiva que le gusta escribir, tomar café, viajar, tiene una alta tolerancia a las críticas, el fracaso y que quizás no se toma la vida tan en serio o como a la sociedad le gustaría.

Mexicano en el Everest

IMG_7542_Snapseed

  • Extra: Tengo un proyecto fotográfico secreto Los que me han seguido desde el inicio sabrán de lo que hablo, los que no aquí se los digo. Cuándo comencé a viajar decidí llevarme conmigo un Lego Mexicano, se llama Pancho, y tomar fotografías de él en los monumentos más representativos del mundo. Al día de hoy tengo fotos de Pancho en 30 países diferentes de Asia, Europa y América sin embargo no he tenido tiempo de seleccionarlas, editarlas y publicarlas. De hecho no estoy enteramente convencido que lo haré pero puedes estar seguro que a cada país que viajo Pancho viaja conmigo. Aquí te dejo unas fotos de ejemplo:
OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Pancho en Alemania

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Pancho en Brasil

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Pancho en Angkor Wat, Camboya

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Pancho en París