Averigua cómo llegar desde el aeropuerto

Si viajas en tren a Budapest, no tendrás problema. La estación está en una ubicación central y podrás llegar a tu hospedaje en pocos minutos.

Sin embargo, si llegas en avión no será lo mismo. Lamentablemente, llegar desde el aeropuerto de Budapest hasta el centro no es una tarea tan sencilla como en otras ciudades europeas.

Actualmente, la manera más directa es tomar un bus (200E) para luego pasar al metro 3 en la parada Kobanya/Kispest. Para esto necesitarás dos boletos por separado.

Importante: recuerda tener siempre tu boleto a mano, ya que te pueden pedir chequearlo tanto al entrar como al salir del bus/metro.

Ten en cuenta que este recorrido solo se puede hacer si llegas entre las 4 y las 22.30 h.

Si llegas después de este horario, deberás tomar los buses nocturnos. Primero deberás tomar el bus 900 para luego hacer traspaso al bus 950, que te llevará hasta la parada Deak Ter. Aquí es donde se cruzan todas las líneas de metro, por lo que podrás elegir cuál será tu siguiente conexión.

Como ves, no es un viaje sencillo. Y si a esto le sumamos jet lag y carteles en húngaro, querrás escuchar nuestro consejo.

En nuestra opinión, la manera más sencilla y conveniente de llegar al centro desde el aeropuerto es la línea de minibuses MiniBUD.

Esta empresa te permite reservar tu boleto por adelantado por unos €7. Y no solo te llevan del aeropuerto directo a tu hospedaje, sino que también te pasan a buscar por tu hotel si quieres hacer el recorrido inverso.

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Esta fue la opción que elegimos durante nuestra visita a Budapest, y podemos recomendarla ampliamente.

Compra entradas por anticipado

Por más que no lo parezca, Budapest se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos más visitados de Europa.

Es por eso que si estás planeando tu visita, nuestro consejo es que intentes reservar tus entradas a las atracciones y paseos principales antes de ir.

Esto te ahorrará dinero y tiempo, las dos cosas que menos quieres perder cuando viajas.

La red de reservas Viator cuenta con muchísimas ofertas para reservar tus boletos por adelantado.

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Aprende algunas palabras en húngaro

Si hay algo complicado de viajar a Budapest, es lidiar con el idioma.

El húngaro está considerado uno de los idiomas más difíciles del mundo. Y después de haber tenido que descifrar los carteles por toda la ciudad, podemos decir que es más que cierto.

Es por eso que, por más que no te conviertas en un experto, siempre viene bien aprender al menos un par de palabras en el idioma local.

Además, es más probable que los húngaros estén más dispuestos a ayudarte si al menos haces el intento de hablarles en su idioma nativo.

Aquí tienes algo con qué empezar:

• Szia! (‘See-ah!’): ¡Hola!
• Koszonom – Szívesen (‘Keu-seu-neum – see-ve-shen’): Gracias – De nada
• Nem beszélek magyarul (‘Nem bes-el-ek ma-ja-rule’): No hablo húngaro
• Kérek egy sört / bort (‘Care-ek edge shirt / bore-t’): Una cerveza/ un vino, por favor
• Egy kávét kérek szépen (‘Edge kah-v-it keh-reck say-pan’): Un café, por favor
• A számlát, kérem (‘Aw sam-lat keh-rem’): La cuenta, por favor
• Viszlát! (‘Vee-slat!’): ¡Adiós!

Decide qué quieres hacer y si necesitas la Budapest Card

Al igual que en muchas ciudades de Europa, Budapest también cuenta con su propia tarjeta turística para acceder a atracciones y al transporte público.

Lo bueno de esta tarjeta es que, a diferencia de varias tarjetas de este tipo, es muy económica, por lo que comprarla no implica un enorme gasto.

Lamentablemente, no ofrece acceso a varias atracciones como las Iglesia de Matías o la Basílica de San Esteban, o el Parlamento.

Otra desventaja es que los 2 tours de la ciudad que vienen incluidos (uno sobre el lado de Buda, y el otro en Pest) son solo en inglés.

Sin embargo, si hablas el idioma, te interesa conocer los museos dentro del Castillo de Buda y vas a hacer mucho uso del transporte público, esta tarjeta probablemente te sea de mucha utilidad.

Además, con ella tienes acceso a los Baños Termales de Szt. Lukács, una verdadera experiencia para tener en Budapest.

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Ten a mano tus tarjetas de crédito y débito

Otra particularidad que tiene Budapest es que su moneda es distinta a varios otros países de Europa. Así es que aquí deberás cambiar tus billetes a florines húngaros.

Como siempre decimos, el tema del cambio nunca es demasiado conveniente ya que se suelen perder grandes montos en las conversiones y las tarifas extra que cobran las casas de cambio.

Por eso, nuestra sugerencia es que tengas siempre a mano tus tarjetas de débito o crédito. La mayoría de los lugares en Budapest aceptan este tipo de pago, y te ahorrarás mucho dinero en comisiones.

Decide dónde hospedarte y reserva con anticipación

Ambos lados de Budapest, llamados justamente Buda y Pest, son completamente opuestos.

Buda es una zona mucho más tranquila, donde podrás realmente descansar. Aquí se encuentran varias de las atracciones de la ciudad, como el Castillo y la Iglesia de Matías.

Pest es el lado más vivo de la capital húngara. Esta es el área de los locales comerciales, bares y restaurantes.

Lleva calzado cómodo

Si bien este consejo se aplica para casi cualquier destino, Budapest es una ciudad que lo merece casi más que ninguna.

Si quieres disfrutar de Budapest como se merece, lo mejor que puedes hacer es caminar mucho por ella.

Y si has visto imágenes de sus amplios puentes y de sus altas colinas, te darás cuenta que llevar un calzado cómodo es indispensable.

Cuando estés subiendo a la Citadela o al Bastión de los Pescadores, ¡nos lo agradecerás!

Ten siempre a mano la cámara

Este consejo es para los amantes de la fotografía. Como tales, no vamos a ningún lado sin nuestras cámaras y perdernos por las calles de cualquier ciudad para fotografiar es una de nuestras actividades favoritas al momento de viajar.

Budapest es realmente uno de los lugares de Europa que más nos ha encantado fotografiar. Desde las orillas del Danubio al atardecer, hasta los hermosos edificios al caer el sol.

Cualquier amante de las fotos se sentirá en el paraíso en esta ciudad.

En nuestro caso, utilizamos siempre nuestras cámaras réflex. Pero no es necesario viajar siempre con algo tan sofisticado y pesado.

Con tener una cámara que sepas manejar y sirva para los propósitos que estás buscando, es más que suficiente. ¡Lo importante es tenerla siempre con batería y memoria!

Puedes visitar la Tienda de Viaje para ver algunas cámaras recomendadas para viajeros

Visita los clásicos balnearios termales

Toda ciudad tiene sus clásicos. En Londres es pasear en un autobús rojo. En París es subir a la Torre Eiffel. En Roma es comer un buen gelato. Y en Budapest es ir a los baños termales.

Si bien fue nombrada como la Ciudad de los Balnearios a principios del siglo XX, Budapest ya contaba con termas en épocas romanas.

Hoy en día hay en la capital húngara más de cien manantiales de aguas termales.

Hay varios balnearios en la ciudad a los que se puede acceder. Los más famosos son los Balnearios Gellert, Rudas, Király, Lukács y Széchenyi. Estos últimos, enclavados en un hermoso edificio barroco, son nuestros favoritos.

No creas que esta es una actividad solo de día o de verano. Puedes acceder hasta altas horas de la noche e incluso en pleno invierno. Así es que puede estar nevando fuera, pero tú ni te enterarás en el agua caliente…

Consejo: recuerda llevar tu traje de baño, chanclas y toalla. Si bien se pueden alquilar, es mejor ahorrarse un gasto tan innecesario.

Haz clic aquí para ver los distintos precios y ofertas de baños termales en Budapest.

Prueba las comidas tradicionales

Como todo destino, Budapest cuenta con sus típicos platos tradicionales que son todo un gusto probar.

El más famoso es seguramente el goulash, una especie de guisado de carne condimentado con paprika, la especia húngara por excelencia.

Otro platillo que puedes degustar en tu visita a Budapest es el b, una especie de pan frito al que se le agregan ingredientes encima, como si fuera una pizza.

Si te gusta lo dulce, no dejes de probar los kürtőskalács o “tortas chimeneas”. Estos son una especie de pasteles azucarados redondos, que se cocinan al carbón. Simplemente deliciosos.

Para los amantes del vino, los húngaros son orgullosos portadores del Tokaji, un vino dulce, ideal para tomar con algún postre o queso.

Visita la Isla Margarita

Algo que pareciera faltarle a Budapest a primera vista es un gran espacio verde. Algo así como el Central Park en Nueva York o el Hyde Park en Londres.

Sin embargo, si miramos mejor el mapa nos daremos cuenta de que estamos equivocados. En medio del Danubio, entre Buda y Pest, se encuentra la hermosa Isla Margarita.

Este pulmón verde de más de 2500 metros de largo hace a la vez de atracción turística y punto de relajación para los habitantes de la ciudad.

Si quieres recorrerla puedes caminar, o aún mejor, alquilar una bicicleta.

Para llegar, la manera más sencilla es tomar el tranvía 4 o 6 hasta la parada Margitsziget.

Sin lugar a duda, uno de nuestros espacios favoritos en esta ciudad y que se merece su propio puesto en esta lista de consejos para viajar a Budapest.

Sal de noche a ver la ciudad iluminada

Si hay algo mejor que caminar por Budapest, es caminar por Budapest de noche.

Esta ciudad toma una personalidad completamente nueva al caer el sol. Pocas ciudades de Europa parecen estar tan vivas al anochecer.

Nuestro consejo es que camines por las orillas del Danubio o cruces el Puente de las Cadenas para apreciar la belleza de esta capital completamente iluminada.

Ciertamente una experiencia inolvidable.

Aprende de la historia de la ciudad

La historia de Budapest está marcada, al igual que varias otras ciudades, por invasiones, guerras y regímenes totalitarios.

Hoy en día, por más que sea algo doloroso, los habitantes de la ciudad comparten su historia con sus visitantes.

Es por eso que nuestro consejo es que, durante tu paso por esta ciudad, dediques algún tiempo a conocer más de la historia que ha marcado a la capital húngara.

Los lugares que te recomendamos para hacerlo son el Museo de Historia de Budapest, el Museo Judío y La Casa del Terror.

También te sugerimos pasar por el monumento de los Zapatos en el Danubio. Esta desgarradora instalación que consta de varios zapatos desperdigados a orillas del río.

El monumento hace referencia a los judíos asesinados entre 1944 y 1945, cuyos cuerpos fueron arrojados al Danubio.

Busca las atracciones menos conocidas

Si bien nuestro consejo es que dediques tiempo a puntos como el Castillo de Buda, el Parlamento o las iglesias principales, Budapest no es sólo eso.

Hay mucho más debajo de la superficie de esta ciudad, y nuestra sugerencia es que, si te queda algo de tiempo, te aventures en descubrir lo menos conocido.

Algunas ideas para que empieces a explorar:

• Si te gusta la física, Budapest tiene un Museo Electrotécnico: aquí puedes ver varios inventos húngaros y participar en experimentos.
• Ve de tragos a un buque de carga: el A38 es un antiguo buque de carga ucraniano. Hoy en día, se encuentra alojado en el Danubio y puedes visitarlo para ir a tomar algo y escuchar música en vivo.
• Para los amantes del retro, está el Museo de Pinball: aquí encontrarás más de 130 máquinas de pinball, nuevas y antiguas, ¡con las que puedes jugar!
• Visita el cementerio de las estatuas comunistas: el Parque Memento es un lugar increíble, donde se encuentran todas las antiguas y enormes estatuas de líderes comunistas que solían adornar la ciudad.
• Visita un antiguo hospital bajo la tierra: el Hospital de la Roca fue un importante hospital subterráneo durante la Segunda Guerra Mundial, para luego convertirse en un búnker top secret de la Guerra Fría.

Planea una escapada a Bratislava o Viena

Si tienes algunos días más en tus vacaciones, sigue tu recorrido hacia el norte del Danubio.

Este largo río te llevará a otras dos de las más lindas capitales de Europa: Bratislava y Viena.

Nuestro consejo es incluso que si quieres armar unas buenas vacaciones en Europa, consideres hacer esta trilogía de capitales en el mismo recorrido.

No solo están muy bien conectadas por tren, sino que en unos pocos días podrás visitar 3 países muy variados entre sí, probar diferentes comidas y apreciar la cultura particular de cada ciudad.