Cómo perder el miedo a viajar sola

Enfermedades y Accidentes.

Cuando era pequeño cada vez que me enfermaba del estómago me daban de comer arroz con leche, nunca entendí por qué y jamás aprendí a cocinarlo, pero ahora que estoy solo y me enfermo intento buscar donde comprarlo o al menos comer algo parecido, quizás no le haga bien a mi cuerpo, pero emocionalmente me reconforta.

Viajar solo y enfermarte es quizás de los momentos más difíciles que enfrentarás en un viaje, pues no sólo lidiarás físicamente con una enfermedad, si no también emocionalmente con la soledad.

Para superar este miedo debes de considerar dos cosas, la primera es la enfermedad o el accidente en sí. Estos se resuelven de manera sencilla con el medicamento adecuado y en caso de accidentes, es necesario que tengas un seguro de viajero, lo más estúpido que puedes hacer en un viaje es irte sin un seguro de viajes adecuado. Hay seguros que inclusive le pagan el traslado y estancia a un familiar a cualquier parte del mundo si llegan a hospitalizarte, así que por este tema no hay problema.

Lo segundo es la parte emocional, pero mi consejo en estos cosas es: tan sólo aférrate a los buenos momentos que has tenido durante el viaje. La enfermedad será algo pasajero, sin embargo habrás vivido un sinfín de experiencias que te harán querer seguir adelante y continuar viajando, quizás te es difícil imaginarlo, pero una vez que pongas un pie en el camino, no querrás parar, no importa que enfermedad tengas.

Un viaje te hará madurar pues te enfrentarás a problemas que antes parecían insignificantes o pasajeros, pero tu crecimiento será mayor, pues quizás los tendrás que enfrentar en el momento que estés más débil, como lo sería durante una enfermedad, sin embargo, al final del día todo valdrá la pena pues seguirás viajando.

Choque cultural.

Creo que en México en general no somos racistas, si algún día nos topamos en la calle con una persona de rasgos diferentes como Asiáticos o Africanos quizás nos sorprenda, no por racismo, si no por que es sumamente raro encontrar a alguien así en algunas regiones de México.

Hemos crecido de cierta forma en una sociedad cerrada en muchos sentidos y ahora que hemos empezado a explorar el mundo nos hemos topado con contrastes muy marcados a nuestra realidad, lo que quizás nos cause una impresión de inicio.

El choque cultural es parte de viajar, inclusive diría yo, es la razón de viajar para muchas personas. Es poder ver nuevas personas, lugares y costumbres por primera vez.

De cierta forma es este mismo choque cultural lo que te hace crecer como persona, pues empiezas a aceptar las diferencias que existen entre las personas, empiezas a darte cuenta que hay otra realidad a la tuya.

Viajar es una forma de crecer como persona, si tienes miedo al posible choque cultural que puedas encontrar entonces en realidad no le temes a otras culturas, le temes a tu propio desarrollo personal.

Debes estar consciente que en el momento en el que salgas de tu país se abrirá un mundo de posibilidades y no debes de querer imponer tu cultura a nuevas personas con la creencia de que “ellos están mal”. En un mundo tan diverso y grande la definición de bien y mal se encuentra en una línea muy delgada, la cual tan sólo se cruza dependiendo de la realidad en lo creciste.

Pero bueno, independientemente  de ponernos a filosofar sobre el tema, lo que quiero decir es que si tienes miedo al choque cultural quizás no debas hacer un viaje al extranjero y menos a culturas tan contrastantes a las nuestras, empieza a hacer primero viajes más locales. Nuestro país es tan grande que podrás encontrar una diversidad cultural tan basta que no podrás creerlo que estaba ahí.

Viajar poco a poco te permitirá ir desarrollando tu tolerancia y aceptación a los contrastes de la vida.

Eventualmente cuando viajes a otros países aceptarás e disfrutarás estos contrastes de tal forma que se volverán una necesidad de vivirlos cada vez más, regresarás a casa, donde todo permanece igual, y te sentirás extraña, notarás que te hace falta algo, que no estás cómoda y empezarás a soñar con el siguiente viaje.

Estar lejos de los seres queridos, enfermarte y tener que confrontar la soledad y sobretodo estar en un lugar rodeada de personas que ni siquiera hablan tu mismo idioma puede ser una tarea bastante difícil, pero que no te abrume este panorama, las cosas jamás son tan malas como parecen, al contrario, el poder enfrentarte a este tipo de situaciones y tener que confrontar los momentos difíciles son los que hacen que todo valga la pena.

Al final del día mientras observas el atardecer en una playa exótica en medio de la nada, te inundará un sentimiento de satisfacción y tranquilidad, sabiendo que todo esta bien por que estás haciendo lo que te gusta y te llena y los pequeños trozos de nostalgia son sólo eso, pequeños momentos pasajeros que jamás abrumarán la sensación de pisar un lugar nuevo y desconocido.

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