“¿Y cuando vas a volver de tu viaje? “ Es una de las preguntas que más me hacen, pero en realidad esta es una horrible pregunta, pues le da un sentido de finitud a las cosas.

Estamos tan acostumbrados a manejarnos con tiempos que creemos que eventualmente todo tendrá un fin. Y es cierto, inclusive la vida misma tiene un fin, pero, ¿por qué anticiparlo o planearlo?

Es importante saber que viajar no siempre es lo mismo que estar de vacaciones.

Muchas personas deciden hacer un viaje de vacaciones, con una fecha de inicio, un plan definido de lugares a donde ir, un horario diario establecido y sobretodo una fecha de regreso.

Mi viaje no son vacaciones, no voy a poner en pausa mi vida para luego retomar la rutina diaria. No.  Mi viaje es un cambio de dirección, es empezar una rutina nueva y diferente, es tomar en manos mis destino y así irlo moldeando con el día a día.

¿Cuándo terminará esto? ¿Cuanto dura un viaje por el mundo? No lo se, eventualmente la vida me lo dirá.

Nunca he sido una persona de rutinas y monotonía, el hacerlo me mata lentamente y creo que este estilo de vida es justo el que necesito. No todos estamos hechos para algo como esto, algunas personas necesitan y requieren de la rutina en sus vidas para funcionar, yo no, simplemente nunca he sido así.

Por esta sencilla razón cada viaje es diferente, cada persona sabe cuando iniciará y si decide ponerle o no una fecha de fin. Yo decidí no hacerlo, pues no quiero considerar siquiera la idea de que algo tendrá que terminar, pues de hacerlo no podré ajustarme a lo que suceda conforme vaya avanzando.

Creo que la vida es así, vas viviendo y te vas ajustando. Entre más establecida tengas una rutina, más difícil será salirte de los patrones para vivir lo que la vida te ponga enfrente, y aún peor es cuando tienes una fecha limite la cual debes de cumplir.

Si yo hubiera puesto una fecha final a este viaje entonces hubiera tenido que planear las cosas totalmente diferentes, pues sabría que eventualmente acabaría y querría sacarle el máximo provecho a los lugares que visite. Peor aún, me frustraría cuando no logre visitar o ver algo, y todo por que se que tengo que seguir avanzando en el plan pues hay un final marcado.

Sin fecha no sucede esto, puedo moldear el día a día a como yo quiera. Puedo ir y venir a placer. Si me faltó de ver un lugar un día, puedo decidir regresar al siguiente. No estoy limitado.

Cuando empiezas a vivir sin limitaciones empiezas a aprovechar más las oportunidades que se te presentan, empiezas a ver el mundo de una forma diferente, pues antes la rutina y el tiempo eran tu limite, ahora te das cuenta que el único limite eres tú. Y llegar a esta revelación hace que cambien totalmente la percepción de las cosas.

Debes de comprender que el único recurso que nos ha sido otorgado por igual a todos los seres humanos es el tiempo, y lo que decidas hacer con él es cuestión tuya y de nadie más. No importa que tan rico o pobre eres, tienes las mismas 24 horas que el resto de las personas.

Si quieres limitar tu tiempo ya que crees que así lo administras mejor, entonces dependerá de ti totalmente. En mi caso decidí no limitarme y simplemente disfrutar cada momento conforme vaya surgiendo.

Así que si nos encontramos y me preguntas, ¿Cuándo regresas o por cuanto tiempo vas a viajar? Ya sabes la respuesta, no lo se.